"Su comentario me recordó la conocida escena de la película Ciudadano Kane, de 1941, en la que el señor Bernstein (interpretado por Everett Sloane) evoca sus recuerdos ante un periodista: «Uno recuerda muchas más cosas de las que la gente cree. Yo, por ejemplo. Un día, allá por el año 1896, iba a Jersey en el trasbordador. Al bajar nos cruzamos con los viajeros de vuelta. Entre los que subían había una joven. Iba vestida de blanco, y llevaba una sombrilla blanca también. Aquella visión duró un segundo, y ella ni siquiera me vio. Pero le aseguro que no ha pasado un mes desde entonces en que no haya pensado en ella»."
"Pero, además de todo esto, hay ocasiones en que de manera inadvertida un voyeur sirve de historiador social. Quedaba perfectamente claro en un libro que había leído hacía poco, titulado The Other Victorians. Lo había escrito Steven Marcus, biógrafo, ensayista y profesor de literatura en la Universidad de Columbia. Uno de los principales personajes del libro de Marcus es un caballero inglés del siglo XIX nacido en una familia adinerada de clase media que al parecer compensaba con creces su educación represiva manteniendo experiencias voyeurísticas, y también directamente íntimas, con una gran cantidad de mujeres: criadas, cortesanas, esposas ajenas (también tenía la suya propia), y al menos una marquesa. El profesor Marcus afirmaba que este caballero llevaba una vida de «estable promiscuidad»."
"Mi voyeurismo ha contribuido enormemente a convertirme en un pesimista, y detesto este condicionamiento de mi alma. Lo que resulta tan desagradable es que la mayoría de los sujetos están en sintonía con esos individuos en sus planteamientos. Si nuestra sociedad tuviera la oportunidad de ser voyeur por un día, abordaría la vida de manera muy distinta a como lo hace ahora."
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